El día amanece lluvioso y gris.
En una ciudad tan bonita como Izmir todo sigue su ritmo, incluso la ceremonia del té.
No puede faltar en cualquier reunión, tras de la comida, cuando te sientas a charlar con los amigos o cuando alguien te invita a su casa.
Una costumbre que merecería la pena ser copiada.
Y lo mejor de todo ... cada uno lo toma a su manera ...
Dedicado a mi princesa Afgana ...
En una ciudad tan bonita como Izmir todo sigue su ritmo, incluso la ceremonia del té.
No puede faltar en cualquier reunión, tras de la comida, cuando te sientas a charlar con los amigos o cuando alguien te invita a su casa.
Una costumbre que merecería la pena ser copiada.
Y lo mejor de todo ... cada uno lo toma a su manera ...
Dedicado a mi princesa Afgana ...
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