14 junio 2012

LA JUSTICIA ES CIEGA ... CADA VEZ MÁS


La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) acaba de multar con 39.321 Euros al sindicato de fotógrafos UPIFC-SINDICAT DE LA IMATGE y con 61.403 Euros a la asociación ANIGPTV, a causa de la plataforma reivindicativa “NOxSOTA”.
Por si fuera poco, el Tribunal Catalá de Defensa de la Competencia (TCDC) ha multado además con 10.000 Euros adicionales, al mismo sindicato por el mismo motivo.
Esto parece guasa!
Hace algunos años, un grupo de fotógrafos profesionales, que creíamos en la dignidad de nuestra profesión, decidimos asociarnos bajo el nombre de UPIFC (Unió de Profesionals de la Imatge i Fotografia de Catalunya). Es cierto que nuestra profesión nunca tuvo reglas, ni código deontológico, ni colegios oficiales, pero esta forma de asociación nos servía por el momento. Compartíamos ilusiones y esperanzas - aún recuerdo aquellas primeras reuniones -, sobretodo para alcanzar un mayor grado de profesionalidad y de dignidad, en lo que más amábamos, nuestra profesión, nuestra vocación, la fotografía.
Con el tiempo la asociación fue creciendo, nuevos asociados, algunos estudiantes de fotografía y se aportaron nuevas ideas y nuevos servicios. El servicio jurídico fue, a mi modo de ver, un gran avance, y poder contar con un bufete de gran experiencia como el del Sr. Cruanyes, pionero en la lucha por los derechos de la propiedad intelectual, fue además un gran privilegio.
Otra de las cosas que se decidió, fue crear unas comisiones de trabajo formadas por profesionales de diferentes ramas de la fotografía, que sirvieran para analizar y estudiar el mercado, con el fin de elaborar un documento que, a modo de tarifa orientatíva, pudiera servir de ayuda a aquellos compañeros que estaban empezando en la profesión o simplemente a la hora de preparar el correspondiente presupuesto, que todo cliente suele solicitar previamente a la realización del trabajo.
Este documento, únicamente de orden interno para los asociados, vio la luz en el año 2006 bajo el genial nombre de “NO X SOTA”, es decir, no por debajo traducido literalmente. O sea que era un documento de referencia de precios, no de obligado cumplimiento, una tabla orientativa que además nunca se hizo pública, quiero decir con ello que ningún fotógrafo la colgó en su despacho cuál tarifa de precios al uso.
A tenor de lo visto y por lo encarnizado de las multas, parece ser que debimos amargarle la fiesta a alguien, porque de lo contrario no lo entiendo. Una de dos, quienes dictaron la sentencia, o estaban ciegos o eran unos hipócritas, por no llamarlos de otra manera.
Con dicha sentencia, prefieren apostar por un país donde la competencia desleal en los precios, las exclusivas fotográficas en iglesias y restaurantes, los sobornos y el mangoneo, siguen campando a sus anchas en un territorio fotográfico-salvaje al estilo del viejo Far West, antes que por una profesión moderna, ordenada y reglada, donde los fotógrafos, autónomos la mayoría, podamos seguir cumpliendo con nuestras obligaciones, a la vez que defendiendo nuestros derechos.
Los fotógrafos nunca hemos estado unidos, y así nos va.
Quienes me conocéis, sabéis que siempre he defendido un sindicato o un colegio donde todos los profesionales tengamos cabida, donde podamos erradicar como en otros países el intrusismo profesional que tanto daño ha hecho a nuestro oficio.

Con medidas y sanciones como las que nos han impuesto, le hacen un flaco favor a un sector que herido de muerte, está agonizando día tras día, y como bien decía mi buen amigo Tino Soriano, “éramos pocos y parió la abuela”.
En un mundo de vagos, maleantes, chorizos y estraperlistas, donde algunas agencias recorren a los amateurs para no tener que pagar derechos a los profesionales y otras empresas u organismos te roban impunemente tus imágenes, donde gobiernos y tribunales sancionan la lógica, el sentido común y la razón, yo he decidido que prefiero seguir soñando.
Soñaré que a pesar de malvivir haciendo fotos para quien quiera mirarlas, o enseñando mis conocimientos para quien quiera escucharlos, la FOTOGRAFÍA seguirá siendo mi afición, mi pasión, mi profesión … mi vida.