10 junio 2015

PASIÓN POR LA COPIA FOTOGRÁFICA



Desde la irrupción de los medios electrónicos e informáticos en el mundo de la fotografía, se ha ido perdiendo poco a poco, la fantástica costumbre de ver reflejadas nuestras fotografías en copias de papel.

Nos encontramos plenamente metidos en el siglo XXI, el siglo de la imagen, donde todo puede ser mirado sin ser visto, donde cada ciudadano consume a diario miles de imágenes, a la misma velocidad que las devora y las olvida de su memoria, una memoria fotográfica, que vive casi exclusivamente almacenada en nuestros dispositivos electrónicos.

Se comparten archivos de imagen en las redes sociales, se construyen galerías de imágenes virtuales en nuestras websites, se almacenan en tablets y teléfonos móviles, pero la copia fotográfica ya no está de moda.

¿Quién se arriesga hoy en día a exponer su obra en una galería, en la sala de un museo o en un centro cultural?

Sin embargo, actualmente existen singulares procesos de impresión fotográfica, a partir de materiales de altísima calidad, al alcance de cualquier profesional o aficionado avanzado, que permiten convertir una fotografía en algo extraordinario y verla como un verdadero objeto artístico.

Los papeles Canson® Infinity son una buena muestra de ello. Son papeles para la impresión fotográfica por inyección de tinta de una altísima calidad, con una fabricación estudiada y desarrollada para satisfacer las mayores exigencias de los fotógrafos y con unos acabados especialmente adecuados para la fotografía denominada Fine Art.

Vengo utilizando estos papeles desde hace varios años para todas las copias de mis trabajos, tanto en blanco y negro como en color. Con ellos he podido realizar exposiciones fotográficas en todo el mundo, se han hecho copias para coleccionistas y museos, o tirajes artísticos para la venta, que cumplen con la prestigiosa certificación Digigraphie®.

Hoy, ésta importante firma, da un paso hacia adelante en el apartado de la conservación de fotografías, al poner en el mercado sus  “Cajas de archivo fotográfico”, con el fin de guardar y conservar en óptimas condiciones nuestras fotografías, algo que los fotógrafos veníamos reclamando desde hacía tiempo.

Por supuesto, me he apresurado a realizar una copia de autor de todas las fotografías que configuran mis trabajos, en papel Canson® BFK Rives o Canson® RAG Photographique, y archivarlas para su conservación en las cajas de archivo fotográfico.

Sin duda, creo que ésta será la mejor forma de que el futuro nos permita seguir disfrutando de nuestras copias fotográficas.

4 comentarios:

José Ramón dijo...

El papel BFK imagino que será parecido al Fibre Rag o barita. ¿Es muy superior a estos dos?

Gabriel Brau Gelabert dijo...

Disculpa José Ramón, no había visto tu comentario.
De entrada el Rag y el Baryta son distintos. Tanto en su fabricación como en su acabado.
Yo venía usando para mis trabajos el Rag, pero últimamente el Baryta me gusta mucho para mi obra en color. Proporciona un poco más de contraste y reproduce con mucha fidelidad el color.
Cuando preparaba mi exposición de Jazzlights, no quedaba satisfecho con los resultados del Rag, así que haciendo pruebas, descubrí el BFK y me enamoré de él. Para mi blanco y negro es extraordinario. Un papel sólido, con textura, que proporciona negros con detalle y blancos luminosos, además de una extensa gama tonal.
Ahora recientemente, lo he incorporado para la obra a la venta de la serie Caminos del Monsún.
En la web de Canson Infinity, encontrarás toda la información técnica de esos y otros papeles.
Un abrazo.

José Ramón dijo...

¿Por tanto el BFK debo entender que es mate?

Anónimo dijo...

Comparto esa pasión por la impresión en papel de calidad.